Al hacer referencia al proceso de aprendizaje de la población autista dentro de un contexto educativo, es posible encontrar una problemática particular que presenta esta población, es decir los niños con autismo tienen necesidades educativas especiales, las cuales requieren de un apoyo continuo que facilite la adquisición de habilidades comunicativas y que a su vez permita aumentar el desempeño del niño, en sus entornos más próximos: social, escolar y familiar.
En relación con el lenguaje y la comunicación de la población con autismo dentro de un contexto escolar, se puede decir que el principal problema de estos niños son las dificultades presentes en el componente pragmático, las cuales afectan la adquisición de habilidades comunicativas y conocimientos.
Aquellas dificultades que presentan los niños con autismo y que se ubican dentro de este componente son las siguientes:
• Dificultad para iniciar y mantener conversaciones así como para adaptarla al contexto comunicativo.
• Incapacidad en la etapa pre-verbal, comprensión y expresión de gestos
• Imposibilidad para comprender intenciones comunicativas
• Incomprensión de normar social.
• Incapacidad para fijar la mirada, lo cual no les permite realizar ciertas percepciones a nivel inconsciente, que son importantes en la comunicación social y el entendimiento de procesos sociales. [1]
Todas estas dificultades anteriormente descritas afectan el desarrollo escolar del niño, puesto que, existe falta de reciprocidad y respuesta social en interacción social, carencia de juego cooperativo, fracaso en relaciones de amistad con sus pares, incomprensión las emociones y sentimientos de los otros basados en la comunicación no verbal y finalmente dificultad adaptar su comportamiento a los diferentes entornos que lo rodean y a las necesidades de otra persona.[2]
Es importante comentar que además de las anteriores características del componente pragmático existen otras limitaciones que afectan el desarrollo escolar de los niños con autismo como: dificultad en atención, concentración, seguimiento de órdenes, comprensión y expresión de aspectos suprasegmentales del habla.
Respecto al proceso de aprendizaje de la lectura y la escritura de niños con autismo, se debe tener en cuenta que cada niño presenta características individuales, por lo que es difícil realizar un listado de dificultades de aprendizaje y métodos específicos de intervención, es decir que al encontrarse ante una intervención en contexto escolar relacionada con lectura y escritura, se debe diseñar un plan ajustado a las necesidades educativas especiales de dicho niño.
Para concluir, es importante aclarar que el crecimiento de la lectura está estrechamente ligado a los niveles de lenguaje oral, la cual es una dificultad frecuente en los niños con autismo y que requiere de un incremento de atención en el conocimiento anterior y en los niveles de lenguaje oral.[3]
[1] María Teresa Muñoz Quezada. Autismo Infantil: Desarrollo y Sugerencias para su Intervención Educativa. Psicóloga, Magíster - Psicología Educacional, PUC. Talca, Chile.
[2] J. Artigas-Pallarés.LAS FRONTERAS DEL AUTISMO. Revista de Neurología Clínica 2001.
[3] Stanley L. Swartz. Apoyo en la Lectoescritura Para Niños con Autismo. California State University.
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