LENGUAJE, AUTISMO Y FONOAUDIOLOGIA
El lenguaje al igual que la educación es uno de los medios a través de los cuales, el ser humano se desarrolla en todas sus dimensiones. Igualmente es importante destacar que el lenguaje es uno de los pilares de la educación básica, en donde entra a jugar un papel primordial el lenguaje, puesto que este es un factor que contribuye al desarrollo personal de cada niño, influyendo en el desarrollo intelectual, emocional y estético, además de contribuir en la preparación del mundo adulto.[1]
Ahora bien, cuando se habla del Lenguaje en el niño Autista es importante identificar las características del desarrollo de este, ya que por la condición del niño, dicho lenguaje no se presenta de una forma normal, interfiriendo de manera visible en su proceso de educación y aprendizaje, las cuales se agudizan con las demandas escolares y académicas de la institución.
De acuerdo con J. Artigas-Pallarés las características más representativas del desarrollo del Lenguaje de los niños con Autismo son:
• Muchos niños con autismo no llegan a hablar jamás ni utilizan un Sistema de comunicación alternativo.
• La ausencia de todo tipo de lenguaje varía entre el 28 y el 68%
• Su lenguaje se caracteriza por:
Utilizan locuciones específicas, a menudo estereotipadas para dirigirse a los demás.
• Restringen la comunicación al lugar en que se encuentran y a ese momento preciso.
• No comprenden las normas sociales y no tienen capacidad para captar el punto de vista del otro.
• Poca capacidad para participar de un diálogo.
De acuerdo a las características no solo comunicativas sino sociales y emocionales de estos niños, es común que las familias de la población con autismo se enfrenten a entornos excluyentes en su vida cotidiana, caracterizados por limitar la participación de estos en una comunidad. Un ejemplo representativo de lo anterior, es que en los contextos educativos frecuentemente las instituciones funcionan a través de modelos homogeneizantes, en los cuales lamentablemente lo diferente es excluido.
Es por esto que es importante destacar la importancia de la inclusión social y educativa para estas familias y sus hijos donde la participación e interacción de estos dentro de una sociedad, permitan un desarrollo integral para la persona.
Así mismo, para comprender la dimensión de la inclusión educativa, se parte del siguiente planteamiento realizado por la UNESCO, en el 2007, “El derecho a la no segregación está estrechamente relacionado con la participación que es de vital importancia para el ejercicio de la ciudadanía y el desarrollo de sociedades más inclusivas. La exclusión va más allá de la pobreza, porque tiene que ver con la dificultad de desarrollarse como persona, la falta de un proyecto de vida, la ausencia de participación en la sociedad y de acceso a sistemas de protección y de bienestar.”[2]
Cuando se habla de inclusión educativa, necesariamente hay que remitirse a un concepto de inclusión más amplio, pues si un niño es excluido de las vivencias cotidianas en su familia y comunidad, irá en desventaja a la escuela, donde se pondrán en juego distintas habilidades que se aprenden en esos entornos; es decir que el niño no cumplirá con las demandas de la escuela. Desde esta perspectiva, el éxito del proceso de inclusión de la persona con autismo, está relacionado con la participación que ésta pueda tener en su familia, la escuela y la comunidad, por lo tanto, es un proceso complejo que requiere del involucramiento de diferentes actores que hacen parte de los entornos donde la persona se desarrolla.
Haciendo una visión histórica, se puede decir que desde mediados de los años 60 la educación se ha ido imponiendo como el principal y más eficaz recurso para el tratamiento del autismo-, pasando de una atención casi exclusivamente clínica a una atención en centros específicos de educación especial, lo cual establece un paso importantísimo de cara a la inclusión: la creación de aulas de educación especial en centros ordinarios, llegando a la integración (total o parcial) del niño en el aula y en el centro, partiendo de la utilización de un entorno escolar lo menos restrictivo posible, en donde existan mas facilitadores en lugar de barreras, los cuales posibiliten el desarrollo global del niño.
Siguiendo este hilo conductor y en relación con la inclusión en el ámbito educativo es importante resaltar que la educación de la persona con necesidades educativas especiales se plantea con los mismos objetivos que la educación general: "ofrecer el máximo de oportunidades a cada niño para que alcance el mayor desarrollo posible de sus capacidades tanto intelectuales como sociales" (Muntaner, 1998)
Igualmente es conocido que los niños que tienen Autismo presentan una alteración en sus formas de interacción y participación social caracterizada por la falta de reciprocidad y respuesta, la carencia de juego cooperativo y de empatía hacia las emociones de los otros. Además el fracaso en hacer amigos y la dificultad para adaptar su comportamiento a las necesidades de otra persona. [3]
Inclusión Escolar y Fonoaudiología
La Inclusión de los niños con Autismo es una herramienta útil que les ayudara en el desarrollo de sus diferentes procesos, ya que puede catalogarse como uno de los para que se de un proceso real de inclusión social.
En el ámbito educativo el fonoaudiólogo, además de promover la participación, puede intervenir específicamente las dificultades particulares del niño con autismo, al mismo tiempo que realizar un trabajo conjunto tanto con la institución educativa como con los padres, en donde el primero se caracteriza por realizar un apoyo en el diseño de programas educativos en los cuales se tenga en cuenta esta población, y el segundo por trabajar en el empoderaramiento de padres y las familias de los niños autistas en la toma de decisiones relacionadas con el cumplimiento de derechos fundamentales.
Los derechos fundamentales de los que gozan los niños con autismo o con alguna discapacidad son la educación, la igualdad, la dignidad y la protección especial, puesto que, la atención educativa de las personas con discapacidad es una obligación del Estado, según la Constitución Política de Colombia de 1991, las leyes: 115 de 1994, 361 de 1997 y 715 de 2001; decretos reglamentarios 1860 de 1994 y 2082 de 1996 y 366 de 2009, la resolución 2565 de 2003 entre otros, las normas anteriores se estructuran mediante la política pública (2003) y política social (Conpes 80 de 2004).
Así mismo la inclusión conlleva a un mayor beneficio: le permite al estudiante con autismo formar parte de un mundo cotidiano, sin discriminación alguna tomándose a cada persona como un sujeto igual que los otros y que esta en un proceso de desarrollo.
Para concluir y de acuerdo a la educación recibida en un ambiente escolar, es posible decir que años atrás se han realizado estudios e investigaciones con niños Autistas (quienes hacían parte de un sistema de educación para personas con necesidades especiales) que arrojan resultados que enfatizan el uso del juego como estrategia pedagógica dentro de estos espacios, por parte de los maestros, pues sirve para desarrollar conductas adaptativas y sociales en los niños.
[1] Cuervo, Clemencia. Florez, Rita. Capitulo 1:lenguaje en la educación
[2] UNESCO, DOCUMENTS AND PUBLICATIONS. Disponible en:
www.unesdoc.unesco.org
[3] J. Artigas-Pallarés.LAS FRONTERAS DEL AUTISMO. Revista de Neurología Clínica 2001
[4] Colombia aprende la Red del Conocimiento.
2 comentarios:
Este texto es fundamental, pues poco se habla de la poblacion con autismo cuando tienen la oportunidad de estar en el contexto educativo.
Los dos enlaces que tienen son muy pertinentes ya que plantean la situacion desde la experiencia de vida de las familias.
Chévere ubicar uno que plantee la situaciones, reflexiones o articulos relacionados con el contexto escolar.
Publicar un comentario